Ricardo Ten, gerente del área de Compromiso Social de Varona, ha comenzado un ciclo de sesiones para promover las prácticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) asociadas al ámbito del deporte en la empresa.
Como ejemplo, Ten explica el desarrollo de la propia Beca Varona, una iniciativa puesta en marcha en el año 2014 y que refleja el compromiso social de nuestra firma con el deporte adaptado. Este ejemplo sirve de hilo conductor para explicar el impacto positivo que este tipo de iniciativas tienen en la empresa.
El informe “Impacto de las políticas de responsabilidad social corporativa en la empresa” (Marina León, 2018), pone de manifiesto que la puesta en marcha de una política de RSC repercute en la empresa positivamente, no sólo por la satisfacción personal que provoca sino por el impacto económico que genera.
Se trata, explica Ten, de un compromiso que asume la empresa hacia la sociedad en beneficio del desarrollo sostenible, traducido en: crecimiento económico y bienestar social.
Las principales ventajas de incluir una política de RSC en el entorno de una compañía son:
- CRECIMIENTO: impulsa el crecimiento empresarial.
- CONTROL: conlleva mayor control de los riesgos financieros, legales y procedentes de las preferencias de los consumidores.
- COMPETITIVIDAD: mejora el desempeño de la empresa, incremento de la competitividad y rentabilidad de la compañía, eficiencia operativa y reducción de costes.
- TALENTO: es una fuente de ventaja competitiva a través de una mayor diferenciación y motivación a los empleados, atrayendo y reteniendo el talento. Ayuda a atraer y conservar empleados de calidad superior, estos empleados permiten a la organización crecer, puesto que contribuyen a agregar valor a los productos los servicios que ofrece la compañía, permitiendo establecer una estrategia de diferenciación ante los clientes.
- REPUTACIÓN: aumenta la buena reputación de la empresa: esta iniciativa compone una forma legítima y sostenible de crear valor a largo plazo para la empresa que se materializa en una mejora en la reputación de la compañía.
Dentro de esta política se establece un código ético bien definido e implantado en todos los niveles de la organización, así como la existencia de un entorno institucional favorable (marco político-legal) en el que se incluyen incentivos que promueven acciones socialmente responsables.
En definitiva, el mensaje que Ten traslada a lo largo de su sesión es que la aplicación de estas políticas en la gestión de las organizaciones constituye la clave para conseguir unos beneficios sostenidos (compromiso ético) que aseguren la gestión eficiente de los costes (aspecto económico) y el desarrollo de los derechos sin comprometer los recursos del futuro (aspecto socioambiental). Se trata, por tanto, de alcanzar el equilibrio triangulando costes, beneficios y derechos socioambientales.