Hoy, 1 de septiembre, entra en vigor el texto refundido de la Ley Concursal, en un contexto de crisis marcado por el impacto del coronavirus en la economía. La publicación Economía 3 ha contado con la opinión de nuestro socio director Ignacio Varona y otros expertos para valorar la incidencia de esta novedad legal. En su artículo sobre el tema se realiza la siguiente pregunta: ¿servirá para salvar empresas?

La noticia recoge la respuesta de Ignacio Varona: “Ojalá. Esa tendría que ser la misión principal de todos los operadores jurídicos. El anterior se saldó con un balance muy negativo: se convirtió en una máquina de liquidar empresas y puestos de trabajo, todo lo contrario, a lo que prometía su exposición de motivos.” Para calibrar el impacto de esta norma concursal, nuestro socio director valora que “tiene que haber una evaluación constante, un seguimiento desde el inicio. Sabemos que la actividad empresarial tiene otra velocidad que la judicial, pero, en esta ocasión y ante una crisis tan importante, necesitamos que la velocidad de la Justicia se adapte a la de la empresa y no al revés”.

Ignacio Varona considera que en los concursos de acreedores “debería primar sobre todas las cosas mantener la actividad y proteger los puestos de trabajo, tanto de las empresas concursadas como de las afectadas colateralmente” y explica que “es obvio que a muchísimas empresas se les va a tener que aplicar esta ley, pero no es menos cierto que esta crisis sanitaria reducirá mucho la creación de nuevas empresas. Por eso es tan importante proteger a las actuales, intentar arroparlas y acompañarlas, procurando siempre evitar su liquidación”.

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