¿Por qué recurrir a préstamos participativos?

En nuestro país, más del 95% de las empresas son pymes y producen el 90% del empleo en España. Su difícil acceso a la financiación bancaria, especialmente a largo plazo, así como la falta de disposición a llevar a cabo ampliaciones de capital, es un problema generalizado para la mayor parte de estas empresas. Uno de los medios de financiación que posibilitan el acceso de las pymes a recursos financieros es el préstamo participativo, recogido en el artículo 20 del Real Decreto-Ley 7/1996, de 7 de junio, sobre medidas urgentes de carácter fiscal y de fomento y liberalización de la actividad económica.

¿Qué son los préstamos participativos?

Su característica principal es la participación del prestamista en la evolución de la empresa, a través de un interés variable vinculado al beneficio neto, el volumen de negocio, el patrimonio total o cualquier otro criterio que pacten el prestamista y el prestatario. Asimismo, las partes podrán acordar un interés fijo con independencia de la evolución de la actividad. Ligar los intereses a los beneficios que se obtengan permite a las empresas ampliar los plazos de amortización con las evidentes ventajas que esto implica. También puede tener forma de préstamo participativo convertible, en el cual, tras el momento de vencimiento del préstamo, el prestamista pasa a ser titular de acciones o participaciones sociales por el valor del dinero prestado, en lugar de devolver el capital.

Cláusula penalizadora

Por otro lado, la legislación vigente confiere a las partes la posibilidad de acordar una cláusula penalizadora para aquellos supuestos de amortización anticipada. No obstante, debido a que el préstamo participativo se considera patrimonio neto y no parte del pasivo, el prestatario solo podrá amortizar de manera anticipada el préstamo descrito si esta amortización “se compensa con una ampliación de igual cuantía de sus fondos propios y siempre que este no provenga de la actualización de activos”, tal y como se desprende del artículo citado. La necesidad de amortizar anticipadamente contra aumento de fondos propios impide la descapitalización de la empresa. Su consideración como patrimonio neto también es relevante a efectos de reducción de capital o liquidación de la sociedad.

Prelación de créditos

En cuanto a la prelación de créditos, los préstamos participativos se situarán después de los acreedores comunes, situándose solo por delante de los socios de la empresa prestataria. De esta manera, la empresa que recibe el préstamo mantiene su capacidad de endeudamiento y reparte los riesgos relativos a la operación.

Ventajas y desventajas de los préstamos participativos

VentajasDesventajas
Deducibilidad de intereses en el ISLos intereses a pagar con resultados positivos son mayores que con préstamos convencionales
Evita la cesión de la propiedadEl prestamista adquiere presencia en la directiva de la compañía
Evita la participación de terceros en la gestióny la entrada deReserva económica de carácter anual con parte de los beneficios
Permite incrementar la capacidad de adeudamientoInformes periódicos sobre los estados financieros como garantía
Adecúa el pago de intereses a la evolución de la empresaFalta de libertad para cancelar el préstamo
Elevado plazo de amortizaciónCostes de administración

Conclusión

En conclusión, para aquellas pequeñas y medianas empresas que requieren de financiación, especialmente en sus edades tempranas, los préstamos participativos son una herramienta de financiación útil que debe considerarse a partir de las características del proyecto empresarial en cuestión y las inclinaciones financieras de los socios.